domingo, 2 de diciembre de 2007

Megabiodiversidad ¿cómo se mide? ¿por qué no se valora?

Alguna vez te has preguntado, ¿de qué forma se mide nuestra megadiversidad? Para responder a nuestras inquietudes consultamos a Santiago Pastor, experto peruano, quien fue Representante del Perú ante I Reunión de Trabajo del Grupo Adelboden sobre Políticas de Desarrollo Rural Sostenible en Zonas de Montañas. Organizada por la Dirección de Desarrollo Sostenible de FAO. Actualmente es profesor asociado de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Nikita Shardin: ¿Cómo sabemos que somos megadiversos? ¿Un ejército de biólogos, ingenieros forestales e ingenieros agrónomos salieron a contar cada planta y animal que tenemos en nuestro territorio?

Santiago Pastor: No exactamente; existen indicadores, hay maneras de estimar el nivel de diversidad. Por ejemplo, en una hectárea de bosque natural, escogida al azar, de la zona invernal en el Canadá, probablemente encuentres dos especies, cuando no una de árboles, o tres. Si en la zona de Tambopata, escoges al azar una hectárea de bosque, encuentras trescientas especies diferentes de árboles. Uno puede usar ese tipo de indicadores. O puedes hacer un muestreo. En una hectárea de bosque amazónico se han encontrado hasta 300 especies distintas de árboles que hacen leño, y cuyo tronco es de un diámetro igual o mayor a diez centímetros. Son niveles de diversidad enorme. No hay necesidad de salir a contar. Con indicadores específicos uno puede estimar la diversidad objetivamente. Otro ejemplo: hay gente que utiliza la cantidad de nuevas especies, porque hay muchas especies que no han sido descritas por el hombre; entonces, lo que hacen es, ponen debajo de un árbol escogido al azar, una cubierta de plástico y lo mueven a ver cuántas especies de insectos caen, cuántas de esas especies son nuevas. Si tú haces eso en la selva peruana, siempre encuentras una cantidad apreciable de nuevas especies para la ciencia; porque hay tanto que no se ha terminado de investigar. En el ámbito agrícola, por ejemplo, vas a una chacra de un agricultor en Europa, lo más probable es que te maneje una variedad de cada cultivo que él trabaja. Dos, como máximo. Si cultiva papas va a cultivar una sola variedad, o dos; algún frutal, una o dos variedades. En los Andes, un agricultor de cultivos nativos en promedio maneja sobre 30 variedades. Hay casos registrados de agricultores que manejan más de 200 tipos distintos de papas. Existe diversidad tanto en el ambiente silvestre como en el ambiente doméstico. Digamos, en los bosques naturales como en el lugar donde el hombre esta interactuando. Hay diversidad por todos lados.

N.Sh.: ¿Por qué no valoramos nuestros recursos naturales?

S.P.: Primero porque no valorizas algo que no conoces. Conocemos nuestra selva como paisaje, nos maravillamos de la puesta de sol. Pero no conocemos todas las sustancias interesantes que ahí pueden haber en las diferentes especies, y no hablemos sólo de plantas. Hay sustancias súper interesantes en las arañas, por ejemplo; en los sapos, en las ranas, en la piel de estos batracios que es urticante. Una toxina que es el botox, que se utiliza en cosmética, proviene del veneno de una serpiente.

N.Sh.:¿Qué hacer para sacar provecho de este megadiversidad?
S.P.: La forma más simple de sacar provecho a los recursos es usándolos como paisaje, como atractivo turístico. Viene gente que “paga por ver”. No necesitamos saber demasiado qué es lo que tiene cada planta, o que molécula interesante hay en cada sapo, en cada araña o serpiente. Hay gente que viene por mirar a las aves, los llamados observadores de aves. Ése es una alternativa relativamente simple, porque también tiene amenazas para el desarrollo sostenible, por ejemplo hay que conocer la capacidad de carga (cuantos visitantes puede sostener un ambiente sin que se deteriore significativamente). Y la otra forma es registrar conocimiento tradicional -que existe y es muy bueno-, y comenzar a promover investigación. En el conocimiento tradicional hay cosas que se comprueban de manera empírica por el producto del “ensayo y error”, pero hay componentes que son estrictamente culturales, que son parte de la conexión que hay entre la gente y su medio, o de la ritualización. Creo que la universidad es el ambiente adecuado para hacer investigación. Somos uno de los países más ricos del mundo en diversidad, y nuestra estructura científica es absolutamente débil, escasa, creo que en el Perú se invierte menos del 0,02% en investigación.

N.Sh.:Por eso es que nuestra megadiversidad se hace invisible

S.P.: O se convierte en problema. Muchas veces es más problema que oportunidad. Para la gente que ha migrado de la Sierra donde se hace un tipo de agricultura, donde tienes valles, pradera altoandina, ha bajado a la Selva, como todo era bosque cerrado, ha talado todo el bosque y lo ha quemado, y tienes miles probablemente millones de hectáreas, de bosques destruidos, ¿a cambio de qué?, chacras de maíz, frijoles, etc.; productivas por dos o tres años, y después la tierra se agota. Es gente que ha venido con sus costumbres agrícolas típicas del ambiente y geografía de la sierra, no aplicables a la selva donde el rendimiento disminuye progresivamente a niveles de rentabilidad negativa. Cada año perdemos 300 mil hectáreas de bosques; ese bosque ya no se recupera, sino en plazos de 30 años o más.



Esta pregunta va en un recuadro:
N.Sh.: Santiago, ¿qué es un cultivo nativo?
S.P.: Es originario, se ha originado en el lugar, al que estás haciendo referencia. Por ejemplo: Cultivo nativo andino: originario de los andes. Y que tienen muchas variedades localmente adaptadas, y que es consumido localmente, eso suele pasar. Muchas veces no llega al mercado.